La Primera Promesa
Adán y Eva estaban en el huerto de Edén:
Adán y Eva estaban en el huerto de Edén:
- Despojados sin esperanza de su relación y comunión con Dios
- Despojados de su autoridad
- Despojados de su salud y sabiduría perfectas
Sin embargo, cuando Dios habló con Satanás, prometió la restauración de la humanidad a través de la obra sustitutiva de un Redentor que sería la simiente de la mujer. Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón.
A Través de la Simiente de Abraham
La promesa del Redentor fue renovada cuando Dios declaró que todas las naciones del mundo serían benditas a través de Abraham.
Génesis 18:18 ¿...habiendo de ser Abraham una nación grande y poderosa, y que en él han de ser benditas todas las naciones de la tierra?
Dios repitió esta promesa de pacto a Isaac y a Jacob. El prometió que todas la naciones de la tierra serían benditas a través de la simiente de ellos. ¡Un Redentor venía en camino!
Dios repitió esta promesa de pacto a Isaac y a Jacob. El prometió que todas la naciones de la tierra serían benditas a través de la simiente de ellos. ¡Un Redentor venía en camino!
A Través de la Simiente de David
Dios también hizo una promesa de pacto a David con respeto a su simiente. Esto también, era una referencia al Redentor que venía, Jesucristo.
Salmo 89:34-36a No profanaré mi pacto, ni cambiaré lo que ha salido de mis labios. Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David: Su descendencia será para siempre;
Profetizado por Isaías
Isaías profetizó sobre el Redentor que venía.
Isaías 9:6,7a Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia, desde ahora y para siempre.
Nuestro Sustituto
El pecado y la muerte fueron los resultados de la rebelión de Adán y Eva. Era solamente por la venida del último Adán como nuestro Sustituto, que podíamos ser libres de estas maldiciones. Isaías cincuenta y tres nos da un cuadro maravilloso del Redentor que vendría.
Isaías 53:4,5 Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por Dios, y afligido. 5 Pero él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados.
A través de la obra redentora sustitutiva del Mesías que vendría, sería restaurado todo lo que habían perdido Adán y Eva en la caída. Una vez más la humanidad podía ser todo aquello que Dios quiso que fuera al crearla. ¡La nueva creación sería restaurada!
Dios también hizo una promesa de pacto a David con respeto a su simiente. Esto también, era una referencia al Redentor que venía, Jesucristo.
Salmo 89:34-36a No profanaré mi pacto, ni cambiaré lo que ha salido de mis labios. Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David: Su descendencia será para siempre;
Profetizado por Isaías
Isaías profetizó sobre el Redentor que venía.
Isaías 9:6,7a Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia, desde ahora y para siempre.
Nuestro Sustituto
El pecado y la muerte fueron los resultados de la rebelión de Adán y Eva. Era solamente por la venida del último Adán como nuestro Sustituto, que podíamos ser libres de estas maldiciones. Isaías cincuenta y tres nos da un cuadro maravilloso del Redentor que vendría.
Isaías 53:4,5 Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por Dios, y afligido. 5 Pero él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados.
A través de la obra redentora sustitutiva del Mesías que vendría, sería restaurado todo lo que habían perdido Adán y Eva en la caída. Una vez más la humanidad podía ser todo aquello que Dios quiso que fuera al crearla. ¡La nueva creación sería restaurada!