En el
mensaje que Dios da a las iglesias en el libro de Apocalipsis, el Señor les
amonesta a volverse a Dios. Es por eso que se debe considerar la importancia
del arrepentimiento y conversión delante del Señor. Hemos estudiado como es el hombre
y su posición delante de Dios, su
condición es de pecado y que existe la necesidad de un Salvador; luego vimos
como el hombre es impulsado por Dios mismo a través su Santo Espíritu para
poder reconciliarse con El a eso le llamamos arrepentimiento.
Pero no
podemos quedarnos en un arrepentimiento debemos de avanzar en el camino del
evangelio y eso nos lleva a la conversión.
1. FRUTOS DIGNOS DE
ARREPENTIMIENTO. MT 3:8
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento
a.
Dad
frutos de arrepentimiento. La Biblia nos muestra que después de arrepentirnos,
tenemos que:
i. Dar: significa
ofrecer.
ii. ¿Qué hay que
ofrecer? Frutos dignos, es decir producir en mi vida actitudes y una manera de
vivir que sea digna como para que sea una ofrenda digna delante de Dios.
Ejemplo: Caín y Abel.
b.
Dar
frutos de arrepentimiento es cuando el cristiano que ya está arrepentido
comienza a buscar cómo empezar a producir las características de Jesús en él.
c.
Entonces
Dad frutos dignos de arrepentimiento no es más que la manifestación de la conversión
en el nuevo creyente.
2. ¿QUE ES LA
CONVERSIÓN?:
a.
La
Conversión es el acto en el cual el hombre bajo el impulso del Espíritu Santo
se vuelve de entero hacia el Señor, dejando su vida vieja, su pecado,
para comenzar a vivir la nueva vida (nuevo nacimiento).
b.
Es
el acto de volverse del mal hacia Dios, de volvernos de perdidos en salvos.
c.
Conversión
viene del griego epístrofe (G1995), que significa un
giro, volver de y volverse hacia.
d.
Esto
significa que antes caminábamos en una dirección, la cual nos parecía buena,
pero no era así. (Proverbios 14:12) Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. Entonces el que se
arrepiente y se convierte deja de caminar en esa dirección y da un giro y se
vuelve de ese camino de muerte y se vuelve hacia Dios.
e.
A
causa del pecado es que tenemos que convertirnos. “Vuelve, oh Israel, a Jehová tu
Dios; porque por tu pecado has caído.
Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita
toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros
labios.” - (Oseas 14:1-2).
f.
Al
igual que el arrepentimiento es un deseo de Dios tal y como lo vimos en 2ª Pedro 3:9 (Todos procedamos al arrepentimiento). La
conversión también es un deseo de Dios, Él anhela que no solo nos arrepintamos,
sino que también nos convirtamos a Él.
i. Hechos 26:18 Pues Cristo mismo dice:
1.
Que
abran sus ojos (arrepentimiento).
2.
Que
se conviertan.
3.
De
la tinieblas a la luz.
4.
De
la potestad de Satanás a Dios.
5.
Para
que reciban fe.
6.
Perdón
de pecados.
7.
Herencia
entre los santos.
3.
La
Biblia tiene mucho que enseñarnos acerca de lo que hace el que se ha
arrepentido y que luego se convierte a nuestro Señor Jesucristo:
a.
El
que se convierte comienza a creer lo que demanda el Señor de nosotros (Marcos 1:15).
i. Arrepentíos =
Arrepentimiento.
ii. Y Creed =
Conversión.
b.
Éxodo 30:2,3.
c.
El
que se convierte no solo confiesa su pecado sino que se aparta del pecado. (Proverbios 28:13).
i. Confiesa =
Arrepentimiento.
ii. Se aparta =
Conversión.
d.
El
convertido se aparta de toda transgresión. (Ezequiel 18:30).
e.
El
convertido se aparta de su mal camino.
i. “sino cúbranse de
cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno
de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.” (Jonás 3:8).
f.
El
convertido se aparta de los ídolos.
i. “Por tanto, di a la
casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de vuestros
ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.” (Ezequiel 14:6).
ii. El Apóstol Pablo
habló de la conversión de los hermanos de Tesalónica, quienes dejaron la
idolatría y se volvieron a Dios (1ª Tesalonicenses
1:9).
g.
El
convertido se aparta de su maldad.
i. “A vosotros
primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os
bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.” (Hechos 3:26).
h.
Joel 2:12,13.
i.
El
convertido genuino lo hace con todo su corazón, con ayuno, con lloro y lamento
delante de la presencia de Dios. El que solo se arrepiente y no se convierte,
confiesa su pecado, pero nunca da señales como estas que muestran que
realmente se ha convertido.
4. BENEFICIOS DE LA
CONVERSIÓN:
a.
El
convertido hace que la ira de Dios sea quitada de sobre de él. Jeremías 18:8.
i. Pero si esa nación
de la cual he hablado se vuelve de su maldad, yo desistiré del mal que había
pensado hacerle. Jeremías 18:8 (RVA).
b.
El
que se ha convertido Dios lo restituye 2 Cron 6:24,25; Jeremías 15:19.
c.
Se
vuelve de sus malos caminos y se humilla (comienza a perder el orgullo).
i. “Si se humillare mi
pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y
se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” (2 Crónicas 7:14).
CONCLUSION.
El
arrepentirse y la conversión cierran el ciclo para que nuestros pecados sean
perdonados.
La conversión hace que ya en el
Señor vivamos tiempos de refrigerio. Hechos 3:19, Así que,
arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que
vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.
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