3. LA CONVERSIÓN

En el mensaje que Dios da a las iglesias en el libro de Apocalipsis, el Señor les amonesta a volverse a Dios. Es por eso que se debe considerar la importancia del arrepentimiento y conversión delante del Señor. Hemos estudiado como es el hombre y su posición delante de Dios,  su condición es de pecado y que existe la necesidad de un Salvador; luego vimos como el hombre es impulsado por Dios mismo a través su Santo Espíritu para poder reconciliarse con El a eso le llamamos arrepentimiento.

Pero no podemos quedarnos en un arrepentimiento debemos de avanzar en el camino del evangelio y eso nos lleva a la conversión.

1.    FRUTOS DIGNOS DE ARREPENTIMIENTO. MT 3:8 Haced,  pues,  frutos dignos de arrepentimiento
a.    Dad frutos de arrepentimiento. La Biblia nos muestra que después de arrepentirnos, tenemos que:
                                         i.    Dar: significa ofrecer.
                                       ii.    ¿Qué hay que ofrecer? Frutos dignos, es decir producir en mi vida actitudes y una manera de vivir que sea digna como para que sea una ofrenda digna delante de Dios. Ejemplo: Caín y Abel.
b.   Dar frutos de arrepentimiento es cuando el cristiano que ya está arrepentido comienza a buscar cómo empezar a producir las características de Jesús en él.
c.    Entonces Dad frutos dignos de arrepentimiento no es más que la manifestación de la conversión en el nuevo creyente.

2.    ¿QUE ES LA CONVERSIÓN?:
a.    La Conversión es el acto en el cual el hombre bajo el impulso del Espíritu Santo se vuelve de entero hacia el Señor, dejando su vida vieja, su pecado, para comenzar a vivir la nueva vida (nuevo nacimiento).
b.   Es el acto de volverse del mal hacia Dios, de volvernos de perdidos en salvos.
c.    Conversión viene del griego epístrofe (G1995), que significa un giro, volver de y volverse hacia.
d.   Esto significa que antes caminábamos en una dirección, la cual nos parecía buena, pero no era así. (Proverbios 14:12) Hay camino que al hombre le parece derecho;  Pero su fin es camino de muerte. Entonces el que se arrepiente y se convierte deja de caminar en esa dirección y da un giro y se vuelve de ese camino de muerte y se vuelve hacia Dios.
e.    A causa del pecado es que tenemos que convertirnos. “Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.” - (Oseas 14:1-2).
f.     Al igual que el arrepentimiento es un deseo de Dios tal y como lo vimos en 2ª Pedro 3:9 (Todos procedamos al arrepentimiento). La conversión también es un deseo de Dios, Él anhela que no solo nos arrepintamos, sino que también nos convirtamos a Él.
                                         i.    Hechos 26:18 Pues Cristo mismo dice:
1.   Que abran sus ojos (arrepentimiento).
2.   Que se conviertan.
3.   De la tinieblas a la luz.
4.   De la potestad de Satanás a Dios.
5.   Para que reciban fe.
6.   Perdón de pecados.
7.   Herencia entre los santos.

3.    La Biblia tiene mucho que enseñarnos acerca de lo que hace el que se ha arrepentido y que luego se convierte a nuestro Señor Jesucristo:
a.    El que se convierte comienza a creer lo que demanda el Señor de nosotros (Marcos 1:15).
                                         i.    Arrepentíos = Arrepentimiento.
                                       ii.    Y Creed = Conversión.
b.   Éxodo 30:2,3.
c.    El que se convierte no solo confiesa su pecado sino que se aparta del pecado. (Proverbios 28:13).
                                         i.    Confiesa = Arrepentimiento.
                                       ii.    Se aparta = Conversión.
d.   El convertido se aparta de toda transgresión. (Ezequiel 18:30).
e.    El convertido se aparta de su mal camino.
                                         i.    “sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.” (Jonás 3:8).
f.     El convertido se aparta de los ídolos.
                                         i.    “Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y volveos de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.” (Ezequiel 14:6).
                                       ii.    El Apóstol Pablo habló de la conversión de los hermanos de Tesalónica, quienes dejaron la idolatría y se volvieron a Dios (1ª Tesalonicenses 1:9).
g.    El convertido se aparta de su maldad.
                                         i.    “A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.” (Hechos 3:26).
h.   Joel 2:12,13.
i.     El convertido genuino lo hace con todo su corazón, con ayuno, con lloro y lamento delante de la presencia de Dios. El que solo se arrepiente y no se convierte, confiesa su pecado, pero nunca da señales como estas que muestran que realmente se ha convertido.

4.    BENEFICIOS DE LA CONVERSIÓN:
a.    El convertido hace que la ira de Dios sea quitada de sobre de él. Jeremías 18:8.
                                         i.    Pero si esa nación de la cual he hablado se vuelve de su maldad, yo desistiré del mal que había pensado hacerle. Jeremías 18:8 (RVA).
b.   El que se ha convertido Dios lo restituye 2 Cron 6:24,25; Jeremías 15:19.
c.    Se vuelve de sus malos caminos y se humilla (comienza a perder el orgullo).
                                         i.    “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” (2 Crónicas 7:14).

CONCLUSION.
El arrepentirse y la conversión cierran el ciclo para que nuestros pecados sean perdonados.
La conversión hace que ya en el Señor vivamos tiempos de refrigerio. Hechos 3:19, Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.

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