Para
entender lo que somos como nuevas criaturas, primero debemos comprender para
qué fueron creados el hombre y la mujer. Debemos comprender que Dios tenía un
propósito y un plan cuando creó a hombres y mujeres según Su propia imagen y
les dio completa autoridad sobre esta tierra.
Génesis 1:26-28 Entonces dijo Dios:
"Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga
Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y
mujer los creó.
Una
Imagen
Fuimos
creados a imagen de Dios. Como nuevas creaciones, estamos siendo conformados a
la imagen de Su Hijo. Una imagen es una semejanza exacta. De acuerdo al
Diccionario Webster, la palabra “imagen” significa:
ü Una imitación o representación
de una persona
ü La impresión visual de algo
producido por el reflejo de un espejo
ü Una persona muy semejante a
otra; una copia, una contraparte; o una semejanza
ü Una representación vívida
Dios
creó a Adán a Su semejanza exacta. Lo creó para que fuera igual a Dios, una
imagen reflejada en un espejo de Dios en su cuerpo físico, en su alma semejante
a Dios y en su espíritu, que estaba vivo con la vida y el aliento de Dios.
La
humanidad fue creada para ser la imagen y la gloria de Dios sobre esta tierra.
1 Corintios 11:7a El hombre no ha de cubrir su
cabeza, porque él es la imagen y la gloria de Dios;
Un
Ser Triuno
Dios
dijo, “Hagamos al hombre a nuestra imagen.” Dijo, “Nuestra” porque Dios, aunque
es un solo Dios, se manifiesta en tres personalidades distintas.
ü Dios el Padre
ü Dios el Hijo
ü Dios el Espíritu Santo
Hombres
y mujeres fueron creados a Su imagen también como seres triunos.
Somos
espíritu.
Nuestro
espíritu es la parte de nosotros que es consciente de Dios, que tiene que ver
con el ámbito espiritual – la parte de nosotros que puede tener relación y
comunión con Dios.
Tenemos
un alma.
Nuestra
alma es la parte de nosotros que tiene que ver con el ámbito mental. Es nuestro
intelecto, nuestras emociones, nuestra voluntad. Es la parte de nosotros que razona
y piensa.
Vivimos
en un cuerpo.
Nuestro
cuerpo es la parte física de nosotros – la casa donde viven nuestro espíritu y
nuestra alma.
Así
como las tres personas de la Deidad (Dios) son separadas y distintas y sin
embargo son un Dios, de la misma manera nuestro espíritu, alma y cuerpo
comprenden la persona real que Dios creó.
El
apóstol Pablo se refirió a este ser triuno cuando escribió:
1 Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os
santifique por completo; que todo vuestro ser -- tanto espíritu, como alma y
cuerpo -- sea guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Necesitamos
tener una revelación de nuestro espíritu recién creado y por medio de esa
revelación, Dios restaurará nuestras almas y cuerpos, para que una vez más sea
todo aquello para lo cual fueron creados. Al hacer esto, seremos “santificados
por completo” y “guardados sin mancha en la Venida de nuestro Señor
Jesucristo”.
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